SEIS
“No hay hombres impotentes, sino mujeres sin maña”.
Dicho francés.
MIS TEMORES, MIS TERRORES…
Este apartado
está dedicado especialmente a los hombres que por alguna circunstancia padecen
de disfunción eréctil, motivo por el cual, amigo lector, le ruego que si se
siente aludido nos haga saber su experiencia.
Nada puede ser más auténtica que la erección del pene. En consecuencia, nadie puede fingir nunca una
erección. La erección se tiene o no se tiene. Ellas jamás tendrán ese problema;
no obstante, a veces no comprenden y se irritan, y no lo perdonan.
Es definitivo,
no puede haber penetración si el pene no está erecto, o, al menos, semierecto;
pero de todas formas requiere la firmeza necesaria para poder penetrar; lo
podemos comparar con el hecho de tratar de enhebrar una aguja con un hijo
demasiado largo, necesitaríamos de una magia especial para que la hebra de hilo
se mantenga extendida, estirada, recta para introducirla en el ojo de la aguja.
Algo así como el famoso acto de magia india; ingeniosidad donde una cuerda se
eleva desde un cesto obedeciendo una música especial y luego una persona trepa
por ella.
Nunca habrá
mayor vergüenza y frustración para un hombre como la de comprobar que no consigue
le erección. Hoy se le dice disfunción eréctil, algo así como que el mecanismo
de erección no funciona. ¿Cuál mecanismo? ¿Hay alguna máquina dentro de
nosotros que se apaga y se enciende por medio de un interruptor? ¿Qué es lo que
falla?
Probablemente
las mujeres jamás lleguen a comprender cuánto padece un hombre su falta de
erección. Es posible que sientan conmiseración y traten de consolarnos; pero no
alcanzarán a entender jamás ese estado de frustración e impotencia que
experimenta un hombre ante el penoso fracaso sexual. En definitiva, ¿se puede
hacer el amor sin que haya penetración debido a la imposibilidad de erección?
Algunos entusiastas opinan que sí. Pero eso sería algo así como asistir muerto
de hambre a un suculento almuerzo y limitarse solo a mirar la comida y a beber
agua. ¿Qué tal, eh? ¡Cómo la ves! Pobre consuelo, ¿no?
¡Qué suerte
tienen las mujeres! Ellas no necesitan que un colgado nervioso y forrado en un
pellejo arrugado reciba una descarga de sangre a toda presión para que salga de
su estado inerte, flojo, fofo, flácido y se ponga erecto, y que luego se
mantenga así durante un lago tiempo, o al menos, el tiempo necesario para el
coito.
A pesar de que
una erección es la cosa más natural del mundo, algo que ocurre con mucha
frecuencia y de forma espontánea, instintiva y, en ocasiones, casi
involuntaria; no obstante, a veces se requiere del estímulo preciso, el momento
oportuno, la persona adecuada y la condición física necesaria. También somos
sensibles. La cuestión es, ¿somos iguales o hay marcadas diferencias sexuales?
Una mujer puede iniciar al coito sin ninguna excitación, solamente un poco de
lubricación, que puede ser algo de saliva; sin embargo, terminar en un
placentero orgasmo. Un hombre jamás lo podría hacer porque necesita de la
dureza necesaria para la penetración; un pene sin erección es una cosa flácida
que solo se podría refregar, untar, pasar como una brocha.
Las mujeres
asocian al amor con el deseo erótico, y éste con la erección; en consecuencia,
si un hombre la ama, también la desea profundamente, por consiguiente, tiene
una excelente erección. En el caso de que la relación sea ocasional, al menos
espera despertar un gran deseo erótico. Definitivamente, ellas siempre esperan
que la erección sea excelente, que al momento de la penetración el pene esté
bien duro; además, que se mantenga así durante mucho tiempo. Una erección
prolongada le sugiere un deseo prolongado, es más, le garantiza su propio
placer. Si la erección falla es porque no hay amor ni deseo, y eso la irrita y
decepciona mucho.
El hombre ante
la aparición de la falta de erección comienza por alarmarse, luego le da miedo,
ese temor lo conduce a la angustia, la angustia lo desespera y lo frustra; y,
al final, eso lo mata.
Somos
vulnerables, no lo podemos evitar; en realidad somos más débiles que ellas.
Nuestra fuerza sexual no es más que una coraza de hojalata tan quebradiza como
una galleta; por consiguiente, una mínima burla, una risa despectiva, una
mirada insidiosa o un reto nos pueden desbaratar como a un castillo de arena.
Como nuestra sexualidad es externa, la erección debemos exhibirla en toda su
magnitud, a ojos vista, se demuestra con hechos. No obstante, las fallas se
presentan.
Respondiendo a
la incógnita de por qué fallamos, a continuación veremos una serie de
propuestas que tratan de recoger las posibles causas de disfunción eréctil, así
como los sentimientos de frustración que ocasiona en el hombre. Su orden es
aleatorio, esto es, que no reflejan, por ahora, un orden prioritario ni
cardinal de las causas que producen las fallas del pene. Sé que la lista que
usted leerá a continuación no recoge en su totalidad las causas de la
disfunción eréctil, en consecuencia, se requiere de su experiencia personal; es
por eso que le pido su sincera opinión. Pero también puede participar eligiendo
entre las propuestas del autor y así tendremos en el futuro un orden
prioritario de las causas de la falta de erección del pene, ya sean ocasionales
o patológicas. Deja tu opinión aquí: Blogger:
adiel cañizares.blog.com
EL CUÁNDO, CÓMO
Y POR QUÉ…
La maravillosa
primera vez
Por miedo
Una mala
experiencia anterior
Complejo de
inferioridad
Me cuesta creer
que lo haya conseguido
Mis sentidos no
andan bien
Estaba muy ebrio
Tal vez tenga
algún problema
Fue tan fácil
que temí enfermarme
Estaba pensando
en mi pareja
Me aterra el
sida
No era de mi
total agrado
Su almizcle era
muy fuerte
Parecía que
había algo podrido ahí abajo
Soy muy tímido
Era tremenda
hembra, me asusté
Estaba
angustiado, era casada y estábamos en su casa
Lo había hecho
hacía poco
Estuve
trabajando muy duro todo el día
Era muy gorda
No me gustó
cuando la vi desnuda
Temía preñarla
Sentía que era
poca cosa
Estaba tan
desesperada que me asustó
Nunca he podido
con putas
Era tan tímida
que me enfrió
Estaba tan niña que
me aterré
Desde que la
besé y no sentí nada, ya sabía que no iba a poder
Creo que ya me
estoy poniendo viejo
Estuve mucho
tiempo sin hacerlo
No lo necesito,
soy marica y no me importa
Mi corazón falló
hace poco, y eso también
Mi mujer me dice
que soy poco hombre,
ahora no puedo
con ninguna
Pienso que ella
no va a llegar al orgasmo,
eso me atemoriza
y predispone
Ella me baja la
autoestima con su crítica a mi tamaño
Su piel estaba
horrorosa por las estrías
Tenía un
clítoris demasiado grande
No lo sé
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