TRES
“El odio también sirve para que en el nombre del
amor los cónyuges duerman juntos”.
¿QUIÉN MANDA?
La humanidad no
tiene memoria exacta desde cuando el matriarcado perdió su hegemonía y ellas
dizque fueron sometidas bajo la fuerza bruta; es decir, a partir de qué momento
se invirtieron los papeles y ellos tomaron el control. Algunos creen que pudo
ser desde que nos volvimos sedentarios; esto es, desde que dejamos la
recolección y nos sometimos al ciclo de las siembras y a la cría doméstica.
Pero ¿se produjo realmente el cambio de poder? El ejercicio del dominio sobre
el grupo social pudo haber sido cedido a conveniencia, o solo en apariencia; es
decir, ellas aceptaron someterse a cambio de protección y suministro
alimenticio para sí y su descendencia; sin embargo, quizás siguieron dominando
desde la casa, sobre todo porque ellas desarrollaron el lenguaje e impartían
las órdenes.
Ahora que, desde
el punto de vista sexual, ¿qué consecuencias tuvo ese cambio de dominio?
Aunque, ¿verdaderamente ha habido algún cambio en el control del poder sexual?
¿Es que no han dispuesto ellas siempre del embrujo de sus encantos y de sus
añagazas femeninas? ¿Será que hay una víctima real y efectiva en la interacción
sexual humana? Durante buen tiempo ellas lo han asumido así. Pues bien, una vez
que alguien plantea una queja sobre algún maltrato se erige en víctima, en
consecuencia, solo nos queda encontrar al culpable.
A continuación
veremos los cargos que se le imputan al pene. Van desde quejas simples hasta
imputaciones muy graves. Las listas de los cargos no son taxativas, sino
meramente enunciativas; es decir, que las imputaciones pueden variar; más si
son elaboradas por un hombre.
En esta sección
yo asumo la defensa en nombre de ellos, en consecuencia, les corresponde a
ellas asumir la función acusadora. Y como dije antes, la lista de cargos
lesivos puede variar porque aún no les he dado la oportunidad a ellas de
participar en el acto acusatorio. Pues bien, mujeres, preparen sus argumentos,
dejen oír sus voces, aprovechen para desahogarse.
Si este libre
llegase a tener alguna virtud consistirá, precisamente, en que lo culminaremos
entre todos, en tal sentido, ruego a las mujeres que lo lean que nos dejen
saber todo lo que piensan del pene masculino.
Por otra parte,
dejo en claro de una vez por todas que las sugerencias están escritas bajo una
traza poética; sin embargo, detrás de cada propuesta hay un verdadero sentido o
intención que los lectores sabrán advertir. Así también, y como este libre se
escribe a sin fin manos, vale decir: con la opinión de todos los lectores, se
admite toda clase de propuesta hecha con tal carácter.
Bien, veamos los
cargos. Acusado, póngase parado, digo, de pie. Se oyen los cargos:
CAUSAS LEVES
Ser externos
Vergonzosos
Feos
Pendientes
Despertar en
público
Tener hambre a
destiempo
Perder el hambre
mientras come
Flojedad
Muy deprisa
Perder el tiempo
Salir en público
Andar sin ropa
Comer de
madrugada
Pagarse su
alimento
Salir de cacería
Comerse la luz
roja
Quererlas a
todas por igual
No perder el
tiempo en pormenores
Saltarse el
preludio
Comer carne en
cuaresma
Penetrar en
carne viva
Vomitar mientras
lo bañan para la cena
Derretirse con
el primer beso
Falto de firmeza
Estar tibio en
momentos de calor
Ser pequeño
Entregarse por
entero
Ser un regalado,
ofrecido, dadivoso…
Querer estar
siempre adentro
Aceptar
cualquier invitación a pasear
Decir siempre sí
No esperar en la
puerta
Irse de cabeza
CAUSAS GRAVES
Golpear duro
cuando se lo piden
Andar buscando
piedras sueltas
Arrancar
suspiros al alma
Buscar gemidos a
cualquier precio
Bucear tras las
perlas negras
Meterse hasta el
cuello
Entrar y salir a
toda prisa
Hacer hasta lo
inimaginable para que te vengas
Amar con todo el
cuerpo
Elevar suspiros
al cielo
Buscar el llanto
de las entrañas
Caminar con firmeza
en terreno resbaladizo
Bucear sin casco
de protección
Acabar con la
fiesta apenas empieza
Escapar de casa
y ser leño de otra hoguera
Visitar casas de
citas
Querer comer a
medianoche
Aceptar damas de
compañía
Quemar toda la
pólvora en un solo tiro
Dejar a alguien
con hambre
No esperar el
tiempo necesario
Evitar el para
siempre
Comer y volar
Amanecer en nido
de otro
Dejarla como la
pomarrosa: con la semilla suelta
Hablar poco
mientras comes
No decir, te
amo, sin fin veces
Olvidar que eres
flor que vino del cielo
Excederse en
maromas de trapecista
No apagar el
incendio que has causado
Prender la
hoguera para que otro ase su salchicha
Mentir para que
te den
No ser rico ni
famoso
No perdonar lo
que tú mismo haces
Vaciar la carga
en la puerta
Salirse
No comulgar con
la palabra orgasmo
Olvidar que la
piel toda es un mar de erotismo
No decir
palabras dulces
Olvidar la
ternura al acabar
Olvidar que una
palabra a tiempo es más valiosa que el oro
Entrar y salir
sin amor
No llegar al
mismo tiempo
Olvidar una cita
Dar golpes duros
a una flor encendida
Despreciar el
aroma del nardo enardecido
No beber la miel
que hiciste para mí
No ver esa
mirada que dice mucho
Equivocar las
insinuaciones
No hacerla
sentir la más importante
Dejarla con
ganas
No encontrar el
punto G
CAUSAS GRAVÍSMAS
Entrar a la
fuerza
Comerse la
manzana tierna
Comer la fruta
que tú mismo has cultivado
Entrar a
cualquier lugar sin protección y llevar peste a tu casa
Estar
contaminado
Ser alcahuete en
la venta de placeres
Comprar amores
tardíos
Dejar un corazón
partío
No cumplir
promesas
Duplicar,
triplicar, cuadruplicar edades
Aflojar
resistencias con dinero
Comer fuera de
casa
Utilizar la otra
vía sin lubricar
Sembrar incestos
Ser invertido
Desear tu propia
imagen
Complacerte a
solas teniendo compañera
Sentir lo mismo,
pero con cosas
Compartir con tu
mejor amigo, lo suyo
Complacerte en
el dolor ajeno
Construirte un
harén
Exhibirte en
público
Preferir golpes
por sexo
Amarte a ti
mismo más que a nadie
Dejar una novia
vestida
Comer carne
inerte
Matar para comer
Romper y dañar
lo que más deseas
Complacerte en
otra especie
Querer entrar
por donde has salido
EL ABOGADO DEL DIABLO
Bien, ya hemos
escuchado los cargos. Se ha colocado al pene en el banquillo de los acusados y
oímos de qué se le acusa; toca ahora hacer el trabajo de la defensa. Por la
cantidad de cargos casi que tendríamos que admitir su culpabilidad; pero nadie
es culpable hasta tanto no se pruebe su culpabilidad; es decir, que se presume
inocente hasta prueba en contrario. Pero ¿quién quiere defender a un indiciado
con tamaña lista de cargos? Sin embargo, alguien debe hacer el trabajo. En
alguna parte tiene que estar el abogado del diablo. Presente. Defenderé al
indefendible, al más odiado y amado, al presunto culpable. Ustedes harán de
juez, acusador y jurado a la vez, por lo que, la terea de convencerles será
ardua.
Para empezar,
quiero esgrimir en una sola frase todos los argumentos de la defensa, y
consiste en que: “El pene es bueno”. Fundamentado en esto debo decir: ¡Qué
“bueno” es! Sí, señoras, ¡buenísimo! Sin ironías ni sarcasmos, pero nadie es
tan bueno como el pene. Algunas veces se oye decir que es de pinga. Otras veces
su magnanimidad solo se puede expresar con ¡oh!, ¡ah!
Ahora bien, algo
tan bueno no puede ser malo, ¿verdad? Si logramos ponernos de acuerdo en que el
pene es bueno ya no tendremos argumentos que desvirtuar, ya no vemos esa
supuesta incubada maldad; no hay inquina en algo bueno, lo bueno nada más puede
ser bueno. Ya se dijo antes que esta defensa se iba a basar en un solo
argumento, convencerlas de que el pene no es malo, sino todo lo contrario: es
bueno. Para este propósito tengo que ser un auténtico abogado del diablo, y
hablando de diablo, hay quienes se conduelen de él y creen que es digno de
lástima: “Pobre diablo que perdió la gracia de Dios”, dicen.
Bien, podemos
decir esto del diablo; pero nadie quiere tomar en sus manos la defensa del
inocente, dulce y bueno del pene. Tal vez sea oportuno preguntarnos, ¿por qué
el pene se ha hecho merecedor de tanto descrédito y odio-amor? ¿Quiénes se han
encargado de hacerle tales señalamientos? Por principio, como abogado, siempre
he creído en la inocencia del indiciado; aunque los cargos parezcan
abrumadoramente infalibles. He elegido su defensa a conciencia, creo que
merecía ser su abogado; lo digo porque lo conozco a la perfección, sé qué
siente y cómo siente; conozco sus gustos y debilidades; sé qué lo alegra y qué
lo entristece. También reconozco que no es bueno estar tan involucrado con el
cliente; pero en fin, solo soy su abogado, no soy quien lo va a juzgar; por
tal, no peco de parcial.
Igualmente, debo
decir que mi defensa será férrea, me lo juego todo, la buena defensa de mi
defendido será crucial para su vida futura. Ahora sí, manos a la obra. Ya dije
que es bueno, no lo diré más; pero les pido que lo tengan siempre presente,
será fundamental al momento de decidir, por ninguna razón vayan a dejar de
valorar tan magnífica cualidad. He querido insistir en esto porque nada es tan
terrible para un enjuiciado como el hecho de tener fama de malo. Todos
detestamos la maldad, cualidad que únicamente atribuimos a Lucifer. Aunque,
Shakespeare, dijo: «Nada es bueno ni
malo, lo que pensamos es lo que hace que algo sea bueno o malo». También ha
dicho el papa Juan Pablo II: «Lo que es bueno
no es malo»; claro, en otro sentido.
Bien, digamos
que el pene no es una blanca paloma. Pero tal vez nos equivocamos en la
concepción o apreciación de los conceptos “blanca y paloma”; donde blanca no es
sinónimo de inmaculada, y donde paloma no es sinónimo de mansedumbre, porque
ningún animal es más sanguinario y rencoroso cuando pelea, pues, no deja a su
adversario hasta convertirlo en plumas y pellejo ensangrentados, y todavía le
sigue dándole picotazos para cerciorarse de que está bien muerto(a).
Ahora vayamos al
análisis de los cargos, no se le puede juzgar por ser externo y, para algunos,
feos. No será que no se le ha visto con buenos ojos, la belleza es muy
subjetiva, es una sutil expresión estética que necesita ser vista con buenos
ojos; es decir, con ojos de experto. Sí, ya sé lo que están pensando ellas.
Bien, lo aceptamos, su forma no es la de un corazón partido rebosante de amor,
tampoco tiene la forma y belleza de la orquídea con ese rubor en sus labios que
invita a la caricia, ni ese aroma que embriaga, ni ese pistilo apenas asomado
que nos dice que ese pequeño botoncito manda más energía que dinamo de avión,
ni esa pequeña gruta que nos invita a seguir el camino que lleva al cielo; pero
si tiene la fortaleza del tallo donde crece la rosa.
Es muy probable
que por estar todo el tiempo expuestos a la vista de todos sea por lo que se ha
dejado de apreciar su belleza, así como su clara inocencia e indefensión
mientras duerme sobre sus dos tiernas gemelas; o la clara fuerza de triunfo
cuando está despierto y listo para el combate. Quiero pedirles que cierren los
ojos por un momento y lo visualicen: primero, en la fragilidad de su inocencia
mientras duerme; luego, en la hermosura de su figura erguida cuando está listo
para entregarse de cuerpo entero. ¿Verdad que es lindo? Ahora mírenlo como una
pequeña, frágil e inocente criatura que llora de hambre. Definitivamente, no
hay nada malo en él. Había prometido no repetir que era bueno. Pero convengan
conmigo, ¿verdad que es bueno? Lo digo en el más sutil y placentero sentido de
la palabra.
Sí, algunas
veces la riega y acaba con la fiesta apenas empieza; otras, se duerme mientras
come; o no consigue las piedras sueltas porque hay que martillar tan duro y tan
deprisa que pierde todas sus fuerzas. Pero se han detenido a pensar por qué le
ocurren tales cosas; creo que es oportuno decirlo ahora, pues bien, a veces las
ansias lo traicionan; otras, porque ha pasado períodos depresivos o de
angustia, exceso de trabajo, prolongadas hambrunas… ¿Qué creen que puede sentir
después de haber sido despedido del trabajo; quedar arruinado en la bolsa;
tener abrumadoras deudas; que le hayan robado el auto; ser presa de angustias,
depresiones, saberse cornudo o sentirse un pobre diablo? Impotencia. Disfunción
eréctil.
¿Qué creen que
puede pasar después de meses sin probar bocado? ¿Qué creen que puede ocurrir si
es la primera vez que se va a subir al tren del amor? ¿Qué piensan que ocurre
si de pronto obtiene el premio por el que tanto ha suspirado? Viaje rápido.
Vergüenza. Eyaculación precoz.
También ocurre a
veces que almizcles muy rancios, o túneles demasiado anchos, o comidas muy
repetidas, o demasiada manteca alrededor o un pozo muy encharcado le quiten las
ansias, entonces no se levanta el espíritu. No lo culpen por eso.
A veces su ansia
es la de ver esa flor bien exhibidas, una palabra que levante el ánimo, el
vuelo frágil de unas manos buceadoras y la seguridad de ser el único para que
no falle la pólvora. Él necesita de ti para hacer bien su trabajo.
La defensa
reconoce que no es lícito forzar las puertas, gozarse en el dolor ajeno,
contaminar la fuente limpia, comerse una fruta demasiado verde o la que uno
mismo ha cultivado, atizar con su leño el fuego de otra hoguera, comerse la
comida ajena, hacer de animal, invertir los cables; y, por último, lo más grave
y censurable, matar por hambre y comerse una fruta que ha sido arrancada de la
vida.
En tal sentido,
la defensa admite que se condene cuando se haya violado una cerradura, aunque
sea difícil vivir con hambre cuando se ve tanta carne exhibida; ni que se
golpee o se hiera, a pesar de ser ordenado o sugerido; ni que se propaguen las
sales contaminantes, cuando sea hecho a conciencia; ni que se cojan las
manzanas antes de tiempo, aun con todo lo urgido que se pueda estar; o que se
coma lo que se ha cosechado en casa. Sentencia condenatoria para el que caza,
nada lo justifica; la flor que se arranca y se macera con los pies pierde toda
su belleza; por último, no comprendo a los carroñeros, no son excusables los
necrófilos.
Pero pido que se
redima al que busca fuera lo que se le niega en casa; pero si la presa es
ajena, mala suerte para el que no ha sabido cuidar lo suyo y alguien lo
consigue. Igual para el que se complace consigo mismo o cambia los gustos; pido
respeto por las preferencias ajenas.
Para
concluir, quiero decir que no ha existido jamás nadie tan incomprendido y
vituperado como el pene. A él ha sido fácil endilgarle toda clase de
improperios, siempre ha sido fácil culpar al falo de todas las debilidades y
bajezas imaginables. Hoy se le juzga y, quizás, se le condene. Pero he de decir
en su favor que siempre ha trabajado por amor; ha sido convexo cada vez que ha
habido un cóncavo que lo admita. Su entrega ha sido siempre de cuerpo entero,
ha dado todo sin que le quede nada por dentro, hasta la última gota.
Quienes más lo
desprecian siempre han sido sus amas, dueñas y señoras; es un producto hecho
especialmente para ellas, hecho a la medida de su más profunda satisfacción; en
definitiva, objeto de su complacencia y felicidad. Pero bueno, qué se le va a
hacer, no es fácil encontrar gente agradecida.
No obstante,
¡arriba esos ánimos! Señores, mantengan sus cabezas en alto, anden con sus
cuerpos bien erguidos, ¡levantados siempre! Permanezcan despiertos, vamos, a
pararse. Es hora de trabajar. Hay que dar golpes duros, como verdaderos machos.
Duro, duro; solo así los prefieren.
Bien, miembros
del jurado, ¡decidan! Este es tu sitio de participación. Blogger: adiel cañizares.blog.com
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