viernes, 4 de mayo de 2012

ASÍ ES EL PENE


CUATRO


“Soy grande, soy pequeño, soy un falo”.

ASÍ ES EL PENE

Divino dios Príapo. Así soy. Simplemente soy así. Como cualquier cosa larga y cilíndrica. Falo que folla y falla, a veces. Algo largo y redondeado, así que cada vez que veas algo con esa figura te puedes imaginar que ese soy yo. Solo tenga pata, cuerpo y cabeza, por eso cuando me voy de cabeza me llevo todo mi cuerpo y me meto hasta la pata. Me acompañan mis dos inseparables compañeras depositarias de toda mi confianza y poder; sobre ellas reposo en mis horas de sueño, también las arrastro en mis embestidas.
Algunas veces soy como Siberia, que todos saben dónde está; pero que nadie quiere ver ni visitar. Como no soy vanidoso hablo poco de mí mismo, tampoco me gusta hacerme la víctima. Durante algún tiempo tuve mucho poder, de hecho fui el símbolo del poder, aunque he de confesar que fue un poder usurpado o solamente en apariencia; porque siempre ha sido otra quien ha dominado. Hay día está claro en manos de quien se encuentra el poder, ¡por supuesto!…
Hace mucho tiempo que tres féminas hicieron una apuesta para salir de dudas de cómo era yo. Una decía que era un pellejo inerte; otra, que era un nervio duro; y la tercera decía que era un hueso. Pues bien, para salir de la porfía me buscaron tras la bragueta de un borrachito. Entonces dijo la primera: «Vean, no se los dije que era un pellejo flácido». Todavía dormía plácidamente. Luego me tomó la segunda entre sus manos e hizo que me despertara un poco, entonces dijo: «Miren, es un nervio duro, no es ningún cuero flojo ni tiene hueso». Le tocó el turno a la tercera, ya para entonces me había despertado del todo, estaba levantado y duro, y dijo ella: «No les dije, niñas, que era un hueso, observen lo duro que está». Ella seguía frotando y frotando, razón por la cual dejé escapar toda mi sabia, por lo que ella se declaró ganadora, y llena de júbilo dijo: «¡Yo gané, es un hueso, miren, le acabo de sacar el tuétano!».
La lista que leerá enseguida estará completa una vez que usted, amigo(a) lector(a), la haya aprobado e incrementado. Dé su opinión, ¡por favor!


SOY ASÍ, ASÍ SOY

Yang en la China
Joni en la India
Largo como suspiro de enamorado
Como tronco de árbol
Como una morcilla
Como un chorizo
Como una salchicha
Como dulce de albaricoque
Como pistilo de flor
Dormilón como una perezosa
Como un cuerno
Rígido como un cadáver
Ardoroso como clavo al rojo vivo
Frágil como un pajarito
Inofensivo
Ávido de caricias
Con dos corazones para amarte mejor
Con lo gorra siempre puesta
Firme como soldado
Siempre dispuesto
Duermo como murciélago, colgado cabeza abajo
Ciego y sordomudo
Entregado por completo
Más dulce que la miel
Sueño de una noche de verano
Complaciente
Sensible a las burlas
Queriendo llenar todos los espacios
Dando siempre por millones
A veces muy tímido
Tomando siempre la iniciativa
Mendigando ser aceptado
Pidiendo algo de comer
Avergonzado por no ser más grande
De cuerpo esbelto y cabeza delicada
Terminado en algo glande
Neurótico cuando el ayuno es prolongado
Espontáneo como la risa de un niño
Fisgón, si me dejan
Fetichista, a veces
Guerrero que sitia y toma su botín
Argos alerta para ver lo que me gusta
Guerrero que es derrotado en todas las batallas
Luchador que emplea todas sus fuerzas hasta el desmayo
Muerto de tristeza cuando no logro levantarme
Un niño que llora y quiere ser feliz en tus labios
Mariposa que pasa
Pez vivo del mar Muerto
Pargo rosado del mar azul
Pato que emigra
Parchita, sin amarguras
Sensible al vuelo frágil de tus manos
Inocente como las manos de mi abuela en su plegaria
Todo lo que has pensado
Libre como un pájaro
Incomprendido
Arrugado en el frío
¡Vivo de leches!
Explorador del túnel de la vida
Desgarrador de hímenes
Manguera de bombero
Tirando sin ser arma de fuego
Producto para hembras
Indispensable en la reproducción
Una vaca lechera
Soy un perro que lame
Soy feliz



¿¡IMPORTA EL TAMAÑO!?

El único primate que tiene un falo grande es el hombre ―y la ciencia aún no sabe por qué ni para qué; debe de ser que no han oído a las mujeres―; sin embargo, la preocupación más común de la mayoría de los hombres sigue centrada en el tamaño del pene. Según lo ha comprobado la ciencia médica, el tamaño del falo de un hombre adulto es de veintiséis centímetros, de los cuales, trece centímetros forman la base interna, y los otros trece centímetros constituyen la parte externa del pene; es decir, el falo propiamente dicho. Quiere decir esto que un pene normalmente es de trece centímetros de largo cuando está erecto, y eso es así en la gran mayoría de la población masculina adulta, sobre todo la asiática; porque la población masculina negra constituye la excepción, pues la parte externa de su pene es mucho más grande que la parte interna, llegando a medir entre diecisiete y veinticinco centímetros de largo cuando está erecto. ¿Para qué sirve un pene muy grande? ¿Es símbolo de gran potencia viril? ¿Realmente requieren las mujeres un falo inmenso para lograr el orgasmo?
Los sexólogos, expertos en la materia, han descubierto que la zona erógena que permite a las mujeres lograr el orgasmo está en los primeros cinco centímetros de la vagina; pero que, principalmente, lo alcanzan a través del clítoris, el cual es externo. Entonces, ¿importa el tamaño? ¿Mito o realidad? De todas maneras, los fabricantes de juguetes sexuales tienden a tener preferencia por los de gran tamaño. La verdad es que está comprobado que los penes grandes dejan de ponerse erectos mucho antes que los de tamaño promedio, esto es así debido a que paulatinamente dejan de percibir una buena irrigación sanguínea.
Sin embargo, todo hombre prefiere superar el tamaño promedio de los trece centímetros, ese logro genera mucha confianza varonil. Nadie quiere poseer entre sus piernas un miembro que pueda ser calificado de pequeño, menos uno que pueda ser considerado como mini, eso le causa terror al hombre y, de seguro, desilusión a la mujer. Porque, no nos andemos por las ramas, ellas son poseedoras de una gran voracidad vaginal y no les importa que los ovarios se los bombeen hasta el cuello. Aunque, probablemente sea cierta la aseveración que un experto hacía en un programa de televisión; el susodicho explicaba que la profundidad vaginal, debido a su elasticidad, podía alcanzar hasta treinta y cinco centímetros. Así pues, tiene sentido la afirmación de una linda, hermosa y famosa actriz y modelo de televisión, quien al responder sobre cuál era su tipo de hombre preferido, dijo: «El que es inteligente de la cintura para arriba, y un burro de la cintura para abajo».
Por último, forma parte de la creencia popular el mito de que es fácil descubrir a simple vista el tamaño del falo de un hombre por algunas señales físicas; en este sentido, se dice que un pie grande es garantía de un miembro grande, lo mismo se cree del hombre nalgón; asimismo, se ha creído durante mucho tiempo que los enanos lo tienen grande; pero ¿es que no importa el tamaño del pie?
¿Y, usted, qué opina? Hágalo aquí: Blogger: adiel cañizares.blog.com

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