viernes, 4 de mayo de 2012

MACHO, MACHO


DOCE



“Las mujeres están siempre predispuestas a odiarse entre sí; solo ahora entiendo por qué a veces nos llevamos tan mal: ellas odian la parte de mujer que hay en cada hombre”.

MACHO, MACHO

¿Qué somos, otra variedad de mujer? Es amargo; pero no estamos destinados a ser hombres por completo, sino otra forma de ser mujer; solo el día que nos quitemos equis (X) parte de nuestro cuerpo dejaremos de ser hombres a medias y resucitaremos machos por entero. Dios no se equivoca jamás, y, natura non facit saltus; sin embargo, hay una realidad que clama por una explicación convincente. ¿Será que en algún momento de la evolución la sabia naturaleza sí produjo un error de cálculo genético en el macho humano? Ahora bien, ¿ha existido el varón que no haya poseído el cromosoma X? Adán, quizás; quien no fue engendrado, sino creado; ése sí fue un macho verdadero. Pero a sus descendientes, ¿cómo nos afecta el cromosoma X? El sexo femenino (XX), ¿es el sexo perfecto? ¿Por qué ellas no producen óvulos con cromosomas XY, y así la determinación sexual sería más casual?
Al respecto, la ciencia nos da la información precisa: En los humanos, las hormonas ―en especial la testosterona― que intervienen en la diferenciación sexual y en el desarrollo, son los andrógenos. “En los embriones cuyo sexo no está aún diferenciado, la testosterona estimula el desarrollo del sistema de los conductos del Wolff, precursores del aparato reproductor masculino. Más tarde, la testosterona, junto con las gonadotropinas secretadas por la glándula pituitaria, estimula la espermatogénesis. Asimismo, se cree que el sistema de conductos de Müller, precursores embrionarios del aparato genital femenino, se diferencia de forma espontánea, sin la intervención de un estímulo hormonal. Cuando el sexo de las hembras está ya definido, el estrógeno, que se produce en los ovarios y en la placenta, desempeña un papel preponderante en el desarrollo y en el funcionamiento del aparato reproductor femenino”.
Por lo visto, para que un óvulo termine siendo embrión masculino no es suficiente que un cromosoma (Y) lo fecunde; si no que debe producirse, además, un estímulo hormonal preciso; es decir, que es algo complejo, pues, un gen llamado SRY del cromosoma ye (Y) debe estimular a las gónadas embrionarios destinadas a convertirse en testes, las cuales deben producir testosterona, hormona masculina de las llamadas andrógenos; en tanto que, para que se convierta en sexo femenino no se requiere ningún estímulo hormonal; es decir, que es espontánea.
Por lo tanto, en la determinación sexual humana, lo predeterminado es ser mujer; en consecuencia, todo hombre lleva una mujer por dentro, y todo como secuela de equis (X) parte femenina que llevamos por dentro. Derivación directa de ello es que la emasculación temprana produce un desarrollo físico femenino, e incluso, la castración después del desarrollo también conlleva a una regresión a la feminización. Los eunucos no solamente tienden a la homosexualidad, sino que adquieren una fisonomía andrógina. Los hombres estamos peligrosamente expuestos a la metamorfosis sexual; mejor dicho, a la regresión al sexo predeterminado.
El peligro también puede estar determinado por un error hormonal, ya que, una falla de testosterona en la etapa embrionaria hace que se imponga una producción de estrógeno que puede conllevar a un posible seudohermafroditismo, o que quien iba a ser varón termine en una hembra con vagina, pero sin ovarios ni matriz; o, quizás, un genuino marimacho; esto es, una mujer produciendo testosterona porque inicialmente iba a ser hombre; o tal vez, una mujer estéril porque sus ovarios están atrofiados, pues, de acuerdo a su fecundación (XY) iba a ser varón. Además, está tan arraigada la predeterminación femenina que en cualquier momento de la vida adulta al hombre que se le suministre dosis de estrógeno puede producirle esa metamorfosis sexual; esto es, la conversión física al sexo femenino. Este es el recurso que emplean los transexuales. ¿Es que la naturaleza ha creado en los machos humanos una hibridación sexual?
Mire bien a su alrededor, es posible que esa hermosa hembra que acaba de ver sea en realidad un prototipo masculino frustrado por un error hormonal; o que sea un eunuco o un transexual. En la India hay una categoría social de apariencia femenina denominada hijra, que en realidad son hombres castrados en la niñez. Se dice que durante la edad media, en los coros monásticos y catedralicios, las voces altas y de contralto las hacían los eunucos porque no les estaba permitido a las mujeres hacerlo; asimismo, las monarquías también han usado a lo largo de la historia a los eunucos como acompañantes de las féminas de la realeza.
Un caso muy distinto lo constituyen los homosexuales que, sin ocultar su aspecto de hombre, solamente imitan la feminidad queriendo agradar a los otros varones, ya sean homosexuales, heterosexuales o bisexuales. Pero en fin, no es el caso que interesa en el presente tema referido a los machos, machos.
Sin embargo, según Freud: «Más aún: nos hemos habituado a reconocer en todo individuo cultural cierta medida de represión de impulso perversos, de erotismo anal, homosexual, etc.».
Ahora es su turno, ¿qué piensa del sexo masculino? ¿Somos tan varones como creemos? ¿Cree que debemos redefinir el concepto de macho? ¿Será verdad que todo hombre lleva una mujer por dentro? Por cuanto después de leer este apartado ha quedado muy intrigado y desea dejar patente su opinión, pues bien, no pierda esta oportunidad de expresarse. Blogger: adiel cañizares.blog.com

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