viernes, 4 de mayo de 2012

COMO HACERLA FELIZ PARA SIEMPRE


ONCE


“Por fin lo comprendo, las mujeres en verdad son de Venus”.



COMO HACERLA FELIZ PARA SIEMPRE

¿Se puede hacer feliz a una mujer sin morir en el intento?
Sí. ¡Claro que sí! Es la cosa más sencilla del mundo. Lo único que tenemos que hacer es dejar de lado a una insignificante categoría de mujeres imposibles; es decir, tenemos que olvidarnos de las histéricas, las ambiciosas, las inconformes, las neuróticas, las arribistas, las celosas, las ninfomaníacas, las heteras, las vanidosas, las andrólatras, las beatas, las religiosas, las presumidas, las prejuiciosas, las engreídas, las lesbianas, las marimachas, las sexistas, y, sobre todo, las regañonas, las bravas (cuaimas). Tal parece que la lista de exclusión se lleva el noventa y nueve por ciento. ¿Se ve un tanto desalentador?, no se preocupe, queda una de cada ciento, y, precisamente, ésa es la suya. Bien, todo esto es exagerado, no en las cualidades, por supuesto, sino en la cuantificación. Por suerte es solo un reducido grupo femenino el que reúne muchas de estas cualidades; esto es, que una sola puede reunir en sí misma muchos de estos bellos atributos; así que ésa es la que se tiene que evitar; o en todo caso, si usted tuvo la desdicha de que le tocara una en suerte, hágase a un lado, no le conviene; a menos que sea un masoquista y testarudo enamorado, entonces, ¡súfrala, y sea feliz! Las demás son todas adorables.
Para que no se le vuelva la vida de cuadritos tratando de conseguir la mujer ideal, lo invito a seguir este acertado consejo: “Opinión fue de no sé qué sabio que no había en todo el mundo sino una sola mujer buena, y daba por consejo que cada uno pensase y creyese que aquella sola buena era la suya, y así viviría contento” Cervantes -Don Quijote.
Los hombres vivimos profundamente preocupados por la felicidad de ellas. De corazón deseamos verla feliz, eso nos proporciona mucha tranquilidad y estabilidad emocional. Pero la verdad es que somos ciegos, básicos, elementales; reducimos la felicidad de las féminas a que tengan satisfechas las necesidades ordinarias cotidianas: techo, comida, vestido…, y algo de sexo.
Es innegable que somos seres emotivos, por eso vivimos bajo el dominio exclusivo de las emociones; siendo, en consecuencia, nuestra cualidad humana más cara. Ahora bien, la racionalidad nos permite comprenderlo; pero no somos seres solo racionales, de ser así, seríamos como máquinas pensantes; precisamente, la emotividad es la que nos aleja de lo instintivo de los animales y de la perfección y frialdad de las máquinas.
Las mujeres dicen tener un grado de sensibilidad emocional más desarrollado que el de los hombres y se declaran sensibles; es decir, que sus emociones tienen una fragilidad muy especial que se quiebra fácilmente; por consiguiente, requieren de una atención especial, constante y exclusiva para que sus emociones sean estables. ¿Será eso lo que los hombres no comprendemos? ¿O quizás esa atención perenne termina por agotarnos? Parece complicado, ¿verdad? ¿Tenemos que hacer un sacrificio extenuante para mantenerla contenta? Algunos, como se dice, no se la calan y renuncian; otros, las tratan a las patadas, y ellas parecen contentas; también hay quienes se parten el lomo tratando de complacerlas y lo único que consiguen es puro maltrato. ¿Por qué son tan complicadas las relaciones afectivas entre las parejas?
Para resolver nuestras diferencias, desavenencias y desigualdades nos amparamos en un sentimiento difícil, frágil y escurridizo como lo es el amor. El amor todo lo perdona. Quien ama comprende, quien comprende todo lo perdona. Pero el amor necesita de una ceguera absoluta y de un sacrificio constante; además de la renuncia incondicional del yo. Somos una sola carne; esto es, yo dejo de existir y soy lo que tú quieras. Cuando coincidentemente ese sentimiento es recíproco ―ideal de todo el que ama―, nadie duda de lo extraordinario y maravilloso que es el amor. Pero dejemos de lado lo excelso y sublime del amor puro y recíproco, o idílico, o platónico, o literario y vayamos a las complejas relaciones cotidianas de parejas ordinarias. Algo así como decir, bajemos de las nubes y pongamos los pies sobre la tierra. Averigüemos qué hace feliz a mi mujer y cómo conseguirlo.
Como partimos del supuesto de que ya se tiene pareja, por tal motivo dejamos de lado la etapa de la seducción, eso, es etapa ya superada. Primer gran error masculino. Es así por dos razones: una, porque para ella la seducción debe durar toda la vida (no olvidar los detalles y galanteos); y dos, porque debemos aprender que la mujer elige al hombre que ella quiere que la elija; que, ¿cómo ocurre eso? Simple, ella se fija en ti, luego envía las señales y prepara la red. (Exceptuamos al gran seductor y al chulo; también a las grandes estrellas del arte y a los millonarios). Sigamos, ahora digamos que si tienes pareja es porque alguna cualidad especial ha visto ella en ti después de haberte visto y olido, sentido y presentido, gustado y degustado, palpado y sopesado, oído y analizado, medido y valorado; es decir, que después de un análisis profundo, consciente y emocional ella ha decidido ponerte a prueba. Pero ten en cuenta que la entrega femenina va en cuentagotas. No nos equivoquemos que porque una mujer nos ha abierto las piernas eso implica que su corazón también está de par en par, nada va incluido, todo a su tiempo; he ahí el detalle de la continuidad que ella exige.
Continuemos en el mismo supuesto de pareja donde durante un tiempo todo parece diáfano, armonioso, comprensible y estable; pero, aunque no te hayas percatado por ser casi imperceptible, se han operado cambios. Puedo admitir que el amor se haya ido, lo que no me perdonaré jamás es el no haberme dado cuenta de que se estaba muriendo poco a poco. ¿Qué pasó? Pero si todo estaba bien, ¿cómo no puede darme cuenta? ¡Dios, qué hizo de mí la costumbre! Y no lo olvide, opine. Blogger: adiel cañizares.blog.com

¡CÓMO NO LO DIJE SIN FIN VECES!
Te amo
Te extraño
Me haces falta
Pienso en ti todo el tiempo
Estás siempre en mi mente
La vida es difícil sin ti
Necesito tu calor
No me dejes
Siempre a tu lado quiero estar
Hasta que la muerte nos separe
Mi vida, esta noche sí
Estás hermosa
Nadie como tú
Hasta que te encontré…
Sin ti no soy nadie
Te quiero y te querré
Te quiero mucho, mucho, mucho…
Todo el día he pensado en ti
Sin tu amor me muero
Me haces tan feliz
Eres la persona que más amo en el mundo
Mi vida, mi cielo, mi todo…
Contigo conocí el amor
Te deseo
Eres lo máximo
Tengo a la mujer más bella del mundo
A tu lado no pasa el tiempo
Estando contigo me olvido de todo
Nunca me voy a separar de ti
Cada día te veo más bella


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